12/08/2004

Mar adentro



Hoy no me es fácil escribir, se acaba el puente, como una señal que separa el principio del fin, como esa débil linea que separa el bien del mal. Una carrera que perdí antes de empezar en la que solo quiero participar, me he perdido y estoy dando vueltas sin avanzar. Un mismo patrón se repite una y otra vez, ¿por qué no lo quiero cambiar? Ella no está ahí para ayudar, ¿alguien sabe cuando vendrá?

Os dejo un poema de Ramón Sampedro que ha inspirado el título de la película, que espero os anime a verla. Amenabar es un prodigio, ya solo le falta sacar el corner y rematarlo.

Mar adentro, de Ramón Sampedro

Mar adentro, mar adentro,
y en la ingravidez del fondo
donde se cumplen los sueños,
se juntan dos voluntades
para cumplir un deseo.

Un beso enciende la vida
con un relámpago y un trueno,
y en una metamorfosis
mi cuerpo no es ya mi cuerpo;
es como penetrar al centro del universo:

El abrazo más pueril,
y el más puro de los besos,
hasta vernos reducidos
en un único deseo:

Tu mirada y mi mirada
como un eco repitiendo, sin palabras:
más adentro, más adentro,
hasta el más allá del todo
por la sangre y por los huesos.

Pero me despierto siempre
y siempre quiero estar muerto
para seguir con mi boca
enredada en tus cabellos.